jueves, 19 de julio de 2007

“Ahora el Subcomandante Marcos habla bobaliconadas”


La Nación
Nancy Garin
Buenos Aires
La sala estaba completamente llena mucho antes de la hora programada. Tranquilo y casi desapercibido, Carlos Monsiváis (68) pasó entre el público y se instaló junto al periodista y escritor argentino Carlos Ulanovsky. La primera anécdota, su impresión sobre esta Buenos Aires que visita por cuarta vez: “La primera vez que vine fue en ocasión de un deceso. Era el primer vuelo de Aeroméxico y uno de los invitados había muerto días antes. Así que un amigo que organizaba me llamo para ocupar su lugar”, narró con relajo. También se refirió al tráfico de la ciudad, los taxistas, la historia relatada en ese ir y venir de la urbe: “el tráfico es un obstáculo para la felicidad”, afirmó.
Las carcajadas no se hicieron esperar y de las anécdotas cotidianas pasó a la contingencia política mexicana: “Creo que la izquierda fue muy confiada y que una sola persona no puede llevar un proyecto político. López Obrador confió demasiado en las instituciones electorales y quedó más que demostrado que no es posible confiar en ellas”.
No puede dejar de referirse al Subcomandante Marcos, a quien apoyó durante años pero para quien hoy tiene fuertes criticas. “Ahora él esta en Ciudad de México en una ruta de coalición que no creo que lo lleve a algún lado. Esta en una postura provocadora, habla muchas bobaliconadas ideológicas, muchos lugares comunes. Ha renunciado a su preocupación obsesiva por la cuestión indígena que era el sentido real de su lucha y por lo cual uno lo apoyaba”.
Gustoso de la polémica y de dar su opinión frente a lo que le resulta aberrante, absurdo y deshumano, hace unos meses Monsiváis protagonizó una fuerte polémica con la Iglesia Católica y con representantes de la derecha. “A raíz de un comentario de un funcionario que es secretario de gobernación del PAN -Partido Alianza Nacional- en que afirmaba que los únicos valores éticos eran los del catolicismo. Esto lo afirmaba alguien que años atrás había defendido a Francisco Franco y justificado el derramamiento de sangre de su régimen. Entonces yo conteste con un texto por lo cual me acusaron de fundamentalista y el Cardenal afirmó que se resistía a nombrarme porque era ejemplo de alguien sin moral, lo cual le agradecí mucho”.

No hay comentarios: